La silla azul de Pasapalabra es el gran caballo de batalla de todos los concursantes del programa. No en vano es, con diferencia, la prueba más complicada de todas las que hay en el espacio debido a que es la única que puede dar al traste, en apenas unos instantes, con cualquier participación en Pasapalabra, por muy brillante que haya sido la trayectoria y por mucha sabiduría que muestre el aspirante.
De hecho, la silla azul de Pasapalabra ya le ha costado el puesto a más de un concursante con decenas de programas a sus espaldas: desde Jaime, quien se vio expulsado del espacio y tuvo que cesar de repente sus incontables duelos con Orestes, a Nacho Mangut o Moisés Laguardia, dos históricos de un concurso también ya histórico en la televisión de España, donde lleva décadas emitiéndose.
Un actor en la silla azul de Pasapalabra
Y, pese a todo, la silla azul de Pasapalabra sigue siendo fuente de incontables sorpresas y situaciones inesperadas, como la que se vivió en el último programa emitido, cuando el plató enmudeció al comprobar quién era el nuevo aspirante: un personaje que ha pasado de trabajar en el cine con nada más y nada menos que Clint Eastwood a concursar en el plató de Pasapalabra.
En esta ocasión, fue a Manu a quien le tocó enfrentarse a la prueba más temida y estresante de toda las del concurso después de que en el programa anterior perdiese el rosco ante su eterna rival, Rosa, quien le ganó la mano y se hizo con el programa diario.
Así que el madrileño se vio obligado a tener que defender su posición en la silla azul mientras Rosa esperaba al ganador de esa prueba cómodamente sentada en la silla del equipo naranja, con sus dos invitados flanqueándola y aguardando saber contra quién sería finalmente el duelo de la tarde por el bote de Pasapalabra.
Manu, por su parte, se instaló de pie en el lugar de la silla azul y se preparó para recibir a su contrincante, a quien presentó Cristina, la azafata del programa, para sorpresa de todos. Y es que el aspirante, pese a no ser reconocible a simple vista, tiene tras de sí una amplia trayectoria en el cine que lo ha llevado en varias ocasiones a trabajar con personajes tan importantes a nivel mundial como el mismísimo Clint Eastwood.
Desde niño en la gran pantalla
El nuevo concursante de Pasapalabra trabajó cuando era niño, con apenas 5 años, delante de las cámaras en una película tan conocida internacionalmente como “Por un puñado de dólares”, así como en otra titulada “El Cristo del Océano”, con Ramón Fernández.
Tras su periplo ante las cámaras, el aspirante al bote de Pasapalabra siguió trabajando detrás de las pantallas, “escribiendo y haciendo algunos cortos”, entre otros proyectos. Sin embargo, ahora mismo ya está jubilado y, tal vez por eso, decidió que era el momento de probar suerte en un programa como Pasapalabra, que ve con regularidad y que le “encanta”.
Llegó como aspirante y enseguida saludó a Manu y al resto del plató. Explicó sus circunstancias al presentador, Roberto Leal, y pronto tuvo que escoger con qué letra iba a jugar la silla azul. Tenía dos opciones: la B y la P. Eligió la segunda y dejó la primera a su rival para que pudiera empezar el juego. Y así ocurrió.
La prueba
Tras sucederse una serie de preguntas que ambos concursantes resolvieron sin problemas, el aspirante cometió un error y la prueba se detuvo. Sólo le restaba un fallo más para quedar eliminado, así que tendría que medir bien sus respuestas a las definiciones si no quería volver a sufrir otro traspiés y quedar definitivamente fuera, dado que su rival, Manu, tenía el marcador de fallos a cero.
Sin embargo, pronto llegó un nuevo error y el aspirante tuvo que despedirse de su aventura en Pasapalabra, no sin antes aplaudir a su contrincante, felicitarlo y despedirse de todo el plató.
Así fue la experiencia de Nino en Pasapalabra, un jubilado de Madrid que trabajó con apenas 5 años con Clint Eastwood, “era el niño al que le hacen tantas perrerías y va corriendo por ahí”, contó él mismo. Fue su primera película de un total de ocho largometrajes y jamás pensó que sus escenas se convertirían en historia del cine. Aún a pesar de su trayectoria, Nino, tras perder en la silla azul de Pasapalabra, quiso dejar de manifiesto que había sido “un honor estar en Pasapalabra” y, tras su partido, el concurso pudo comenzar para que se desarrollase una nueva batalla por el rosco y el bote.